Santander responde al Gobierno que un traje único para las hipotecas no sirve para todos los clientes
El consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha respondido a las demandas del Gobierno de una medida estándar para aliviar la subida de los tipos de interés de las hipotecas asegurando que «un traje único no sirve para todos los clientes». Asimismo, ha explicado que la inflación no es tan mala para los préstamos y se ha sumado al consenso que espera que España sufra dos trimestres de crecimiento negativo.
«Mi mayor interés es que mis clientes puedan pagar, parece que no estamos en el mismo barco. Hasta ahora no ha habido incremento de las cuotas, empezará a tener impacto a partir de noviembre y por doceavas partes. Analizamos caso por caso, pero no estamos ni de lejos en situación de 2011-2012. Es una cuestión de buscar soluciones siempre a los clientes. El Gobierno busca un planteamiento más general, pierde peso individualización, pero un traje único no sirve para todos. Más allá de los acuerdos, solucionaremos los problemas de todos los clientes, entren o no en el acuerdo», ha explicado Álvarez.
Las asociaciones bancarias AEB y CECA han planteado al Gobierno una propuesta de alargamiento de plazos para aquellas personas de renta baja (menos de 24.000 euros) a las que le suba más de un 30% la letra de la hipoteca, una propuesta que Yolanda Díaz ha considerado «insuficiente».
Asimismo, ha recordado que la inflación no suele ser tan mala para pagar los préstamos: «Al principio sí, pero los préstamos son valores nominales, la inflación acaba pasando a los salarios y no es tan negativo. Eso hace que el peso de la hipoteca baje. Al principio pasas un período difícil, luego ya no porque la inflación ayuda a pagar las deudas, al contrario que los ahorros, que se ven penalizados». La cartera de últimos años del Santander está mayoritariamente a tipo fijo, mientras que las variables son más amntiguas con loan to value bajos y no deberían tener demasiados problemas . «Es un gap temporal más que estructural», ha concluido.
Respecto a la inflación, el CEO del Santander también ha llevado la contraria al Gobierno, que sigue negando que haya efectos de segunda ronda (traslación de la subida de la energía y las materias primas al resto de bienes y servicios): «Nos ha sorprendido a todos la rapidez de los efectos de segunda ronda y el nivel que han alcanzado».
Tampoco comparte las optimistas previsiones de crecimiento de Nadia Calviño, del 2,1% para 2023, como es sabido. El Santander se sitúa más cerca del consenso, que estima dos trimestres de crecimiento negativo, es decir, recesión. Algo que dejará a la mayoría de los países con un crecimiento cercano a cero el próximo año, si bien admite que España tiene mejores perspectivas (que no ha concretado).
Álvarez ha insistido en que no es comprensible que el nuevo impuesto a la banca se cobre sobre ingresos cuando ya pagan el 30% sobre los beneficios, pero ha quitado hierro al nuevo impuesto a «los ricos» que va a imponer el Gobierno, a pesar de ser una de las principales entidades de gestión de altos patrimonios: «No ha llegado a mi mesa la preocupación de los clientes; es lógico que se preocupen, pero no es un ruido enorme».